La selección del tratamiento para la hernia de disco intervertebral toracolumbar se basa típicamente en la gravedad de los signos clínicos, y la descompresión quirúrgica se prefiere mayoritariamente en animales parapléjicos sin percepción de dolor.
En los perros gravemente afectados, la tasa de éxito de la recuperación de la función ambulatoria después de la cirugía está entre el 25% y el 76%, en contraste con los casos más leves, donde la recuperación es de alrededor del 100%.
Aunque existen varios factores que pueden explicar esta variabilidad en la recuperación, así como las características de la lesión inicial, los autores de este estudio propusieron investigar si la duración de la anestesia podría influir en el resultado posquirúrgico.
Dado que la anestesia general está asociada con el desarrollo de bradicardia e hipotensión, la anestesia prolongada puede tener un impacto negativo en la recuperación debido a la reducción de la perfusión de la médula espinal lesionada.
Para probar esta hipótesis, se realizó una evaluación retrospectiva de los registros clínicos de 297 perros gravemente afectados.
Un año después de la cirugía, el 62% de los perros había recuperado la función ambulatoria, cifra contrastada con estudios previos. En estos perros, la duración total de la anestesia fue significativamente más corta que en los perros que no recuperaron la función ambulatoria en e ste período.
Aunque no se encontró una relación causal, los autores identificaron una asociación negativa significativa entre la duración de la cirugía y la anestesia y la capacidad ambulatoria después de 1 año.
Además, los resultados sugieren que, por cada hora adicional de cirugía y anestesia, hay una disminución del 24,9% y 27,2%, respectivamente, en la probabilidad de recuperación ambulatoria 1 año después de la cirugía.
En Fenn J, Ru H, Jeffery ND, et al. Asociación entre la anestesia y el resultado en perros con lesión aguda de la médula espinal grave tratada quirúrgicamente causada por una hernia de disco intervertebral toracolumbar. J Vet Intern Med. 2020; 34: 1507–1513. https://doi.org/10.1111/jvim.15796
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