Se recomienda la intervención quirúrgica en muchos casos de displasia de cadera, especialmente en animales jóvenes y con osteoartritis avanzada (OA). Sin embargo, hay casos en los que el tratamiento multimodal conservador puede ser la opción más adecuada.
En el tratamiento conservador de la displasia de cadera, se pueden implementar varios protocolos de rehabilitación física, mediante:
– Terapia manual, que incluye terapia de frío o calor y masajes, y tiene como objetivo el control del dolor;
– Ejercicios terapéuticos, que incluyen movimientos pasivos y activos (como subir y bajar escaleras / rampas o hidroterapia) y ejercicios de propiocepción, y tienen como objetivo mejorar la amplitud de movimiento (AM), el equilibrio y el control del dolor;
– Otras modalidades terapéuticas, que incluyen ultrasonido terapéutico, estimulación eléctrica y terapia con láser.
En perros con lesiones más leves, está indicado un tratamiento enfocado a reducir el dolor y mantener el peso ideal, BF y fuerza muscular. Los perros con movilidad muy reducida pueden necesitar asistencia ambulatoria, es decir, con el uso de arneses o sillas de ruedas, y pueden beneficiarse significativamente de la hidroterapia.
La elección del protocolo adecuado dependerá de cada caso en función de las características individuales del animal, así como del grado de displasia y, sobre todo, los objetivos serán el control efectivo del dolor y la mejora de la calidad de vida.
En Dycus, D. L., Levine, D., & Marcellin-Little, D. J. (2017). Physical Rehabilitation for the Management of Canine Hip Dysplasia. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice
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