La osteomielitis bacteriana puede desarrollarse como consecuencia de traumatismos o infecciones quirúrgicas extensas, con una incidencia de hasta el 31% en cirugías de reparación de fracturas en perros. Uno de los agentes más comúnmente implicados en estas infecciones son las bacterias del género Staphylococcus spp.
Los implantes quirúrgicos necesarios para ayudar a la curación y proporcionar estabilidad a las fracturas a menudo se asocian con este tipo de infección, así como con la formación de biopelículas.
El biofilm, a su vez, protege a las bacterias tanto de la acción de la medicación administrada (aumentando su tolerancia a los antibióticos) como de la propia respuesta inmunitaria del animal, lo que dificulta el tratamiento.
Actualmente, el tratamiento de la osteomielitis se basa principalmente en la antibioterapia a largo plazo y el desbridamiento quirúrgico. La eficacia del tratamiento se puede mejorar mediante pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos. Si la infección está asociada con un implante, es posible que sea necesario extraerlo para evitar más complicaciones.
La investigación de alternativas terapéuticas viables y prácticas para la osteomielitis es fundamental, considerando que el pronóstico en estos casos no siempre es favorable.
En Gieling, F., Peters, S., Erichsen, C., Richards, R. G., Zeiter, S., & Fintan Moriarty, T. (2019). Bacterial osteomyelitis in veterinary orthopaedics: Pathophysiology, clinical presentation and advances in treatment across multiple species. The Veterinary Journal. doi:10.1016/j.tvjl.2019.06.003
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