La otitis se define como una inflamación aguda o crónica del canal auditivo.
En función de la profundidad de la patología, las otitis se clasifican en dos tipos:
- Externa: La zona inflamada va desde el tímpano hastael pabellón auricular. Es la más común, pero puede evolucionar a la siguiente. Es una de las enfermedades más habituales en la clínica veterinaria, afectando hasta un 20% de los perros y un 6% de los gatos.
- Media-Interna: La inflamación afecta al tímpano y a las estructuras más internas del oído. Pueden aparecer síntomas nerviosos.
En la patogenia de las otitis externas se distinguen como causas los factores primarios, predisponentes y perpetuantes.
Dentro de los Factores primarios encontramos las alergias, los ectoparásitos, desórdenes de queratinización, enfermedades autoinmunes, cuerpos extraños y tumores.
Los Factores predisponentes provocan que el animal sea más susceptible a padecer la otitis, no siendo la causa directa de la inflamación. En estos casos podemos encontrar la humedad en el conducto auditivo, irritación iatrogénica y animales con orejas caídas o con gran cantidad de pelo en esa zona.
Por último, como Factores perpetuantes tenemos los factores secundarios debidos a una causa primaria que son capaces de continuar con la respuesta inflamatoria a pesar de que la causa primaria haya desaparecido. Dentro de este tipo encontramos infecciones bacterianas y/o fúngicas, hipertrofia del canal auditivo y otitis media.
¿Cómo identificarla?
Pueden aparecer una serie de síntomas comunes en ambos tipos de otitis, pero sobretodo en la otitis externa, como:
- Sacudidas de cabeza constantes.
- Rascado de las orejas de manera contínua.
- Frotar la cabeza contra objetos para rascarse.
- Inquietud
- Mal olor del oído con secreción amarillenta o negruzca.
- Enrojecimiento del pabellón auditivo y conducto.
- Movimientos en círculos del animal.
- Ladeo de cabeza
Tratamiento
En general, el tratamiento debe basarse en eliminar la causa primaria, controlar las infecciones secundarias y mantener el conducto auditivo limpio y seco. Dependiendo de la gravedad del cuadro, se utilizarán un tipo de tratamiento u otro, pudiendo necesitar en casos graves una buena limpieza bajo anestesia general.
En cuanto a los tratamientos, se pueden utilizar sustancias tópicas o sistémicas como acaricidas, antibióticos, antifúngicos, antiinflamatorios u otro tipos de tratamientos. Raramente está indicada la cirugía en otitis externas.
Generalmente, después de una investigación y diagnóstico cuidadoso, los procedimientos de limpieza y un tratamiento adecuado permiten la resolución del problema. Las recurrencias están frecuentemente asociadas a enfermedades subyacentes no reconocidas y no tratadas.
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