La luxación rotuliana es una malformación del desarrollo normal del fémur y la tibia que afecta frecuentemente a perros de raza toy, como el Yorkshire y el Pomerania, aunque puede diagnosticarse en todas las razas.
Durante los primeros meses de vida el desarrollo de los huesos es progresivo, y en ocasiones no crecen sincrónicamente y el crecimiento se detiene en una porción del hueso pero no en la otra. Por esta razón en ocasiones el fémur se encuentra rotado hacia lateral y la cresta tibial rotada hacia medial. Esto descompensa la inserción del ligamento rotuliano y genera una luxación de rótula medial. Si fémur y tibia rotan en sentido contrario, se producirá una luxación lateral.
Podemos clasificar la luxación rotuliana en 4 grados:
- Grado I: la rótula se luxa pero vuelve sin dificultad a su lugar.
- Grado II: la rótula se luxa pero solo recupera su posición normal manualmente.
- Grado III: la rótula se luxa y permanece luxada, únicamente ejerciendo presión recupera su posición normal pero vuelve a luxarse
- Grado IV: La rotula está luxada y no puede recuperar su posición normal.
A medida que pasa el tiempo y la rótula se luxa, va desgastando el cartílago del surco troclear, por lo que cada vez la luxación es más frecuente y aumentamos el grado.
¿CÓMO LA DETECTO?
Los signos clínicos típicos de la luxación de rótula son una cojera intermitente de 2-3 pasos para continuar con la marcha normal. En función del grado, puede ser dolorosa o ser más o menos frecuente.
¿Qué SOLUCIÓN TIENE?
Puede tratarse mediante antiinflamatorios en grados bajos, para evitar las molestias, pero la luxación no se resuelve y el proceso degenerativo continúa avanzando.
La solución es quirúrgica, se deben realizar radiografías bajo sedación para valorar las rodillas y descartar otras patologías como la rotura del ligamento cruzado craneal y también para plantear la intervención.
En función de la rotación de los huesos, de la edad del paciente, del grado de luxación, el veterinario recomendara un tipo de cirugía u otra más agresiva.
¿Y EL PRONÓSTICO?
La recuperación es buena, y la funcionalidad de la rodilla se recupera en aproximadamente 2 meses. En ocasiones es necesario realizar rehabilitación y fisioterapia para mejorar el ratio de movimiento.
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