Como tratar las fracturas abiertas en urgencias.
Una fractura abierta es cualquier tipo de fractura expuesta al exterior y a contaminación debido a la lesión de los tejidos blandos que rodean el hueso fracturado; por extensión si hay una herida cutánea en una extremidad o cercana a una fractura, consideramos dicha fractura como abierta. Esto hace que el 16.7% de las fracturas en nuestras mascotas sean abiertas, siendo más probable en animales jóvenes, accidentes de coche, fracturas conminutas y animales con sobrepeso.
Los puntos clave para el correcto tratamiento de urgencia de esta fractura pasa primero de todo por una evaluación del paciente, ver que se encuentra estable y mientras cubrir temporalmente la herida adyacente a la fractura con un vendaje estéril; hasta que hayamos estabilizado y evaluado al paciente traumatizado (ECG, RX de tórax y abdomen, ecografía FAST, análisis sanguíneos, etc.); una vez conseguida la estabilización y asegurados que no hay un riesgo vital para nuestra mascota y que a nivel neurológico no tenemos ninguna lesión, estaremos preparados para el abordaje de la herida de la fractura abierta:
1. Tomar una muestra de la herida para realización de un posterior cultivo si fuera necesario.
2. Administrar antibióticos sistémicos de amplio espectro durante un mínimo de 28 días tras la fractura (cefazolina + enrofloxacino) y mantenerse en un ambiente lo más aséptico posible.
3. Colocar un gel hidrosoluble estéril en la herida y rasurar hasta dejar el perímetro de la herida sin pelos. Además, desbridar el material extraño y tejido desvitalizado de la herida.
4. Lavar con solución antiséptica y posteriormente irrigar con solución estéril.
5. La reparación de la herida no es de carácter urgente, y muchas veces no está indicada al no haber unas condiciones óptimas de tejido, por lo que puede ser necesario la realización de un vendaje estéril para cerrar la herida, hasta el momento óptimo.
6. Estabilización temporal de la fractura para proporcionar bienestar al paciente, minimizar la tumefacción local de los tejidos blandos y evitar la progresión del daño tisular.
7. Administración de analgésicos, limitar los movimientos y coaptación externa de la fractura mediante la realización de vendaje Robert-Jones inmovilizando siempre la articulación inmediatamente proximal a la fractura.
Para el manejo inicial de las fracturas abiertas debemos tener en cuenta dos factores:
1. El “grado” de la fractura, dividimos la fractura de Grado I, II y III en función del tipo de lesión que haya sufrido, extensión de la herida y tipo de fractura ósea que presente.
2. La naturaleza y duración de la contaminación bacteriana; cualquier herida debería cerrarse cuanto antes mejor sin pasar las 6-12 horas posteriores al traumatismo; ya que antes de este tiempo si aplicamos los cuidados necesarios se pueden considerar como heridas limpias, pudiéndose realizar un cierre primario y disminuir el tiempo de cicatrización y el posterior coste asociado al cuidado de la herida.
El tratamiento y reparación definitiva de las fracturas abiertas requiere mucha dedicación de tiempos y recursos, por lo que es recomendable remitir el caso al servicio de traumatología, donde se realizará un planificación prequirúrgica minuciosa y la técnica quirúrgica más adecuada en función de la fractura y características individuales del paciente.
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